Si el interior de la iglesia nos sorprende, su exterior nos puede embelesar. Podemos describir hasta 5 portadas con sus correspondientes fachadas. La iglesia románica original poseería las dos de los cruceros más la puerta que mira al occidente. Precisamente a ésta se le antepondría en el siglo XVIII la fachada barroca del “Obradoiro”, emblema de la ciudad, del camino y de los peregrinos. Y por ultimo la Puerta del perdón situada en la cabecera del edificio y cuya apertura da paso al año compostelano.
De ellas, dos son románicas: a los pies, “El Pórtico de la Gloria”, culmen de la plástica románica. En las 3 arcadas que se corresponden con las naves del templo, el maestro Mateo nos representa todo el Apocalipsis de San Juan, con un estilo que nos adelanta el 1º gótico, al establecer cierto movimiento y expresión en algunos de los personajes que llenan las jambas y arquivoltas. En el parteluz coloca la imagen del apóstol Santiago. En el lado sur nos encontramos con “La puerta de las Platerías” (recibe el nombre por el mercado de la plata que allí se establecía), la más genuina y típica del románico; en la parte inferior se recortan innumerables figuras del antiguo y nuevo testamento, mientras que en la parte superior se adorna con arquerías lobuladas y motivos vegetales de clara influencia árabe.
La portada románica de la cara norte se sustituyo en el XVIII por una de estilo neoclásico (fachada de la azabachería) obra de Ventura Rodríguez.
El Obradoiro fue construido en el XVIII por Casas Novoa. Constituye una especie de retable de 3 cuerpos magníficamente ornamentados con columnas, volutas, pináculos y numerosas esculturas que representan episodios de la vida de Santiago. En la parte superior puede verse Santiago como peregrino flanqueado por las dos impresionantes torres.
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